El 25% parece ser el reclamo salarial mínimo que hoy unifica a los gremios. El puntapié lo dio la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) que en la primera ronda de la paritaria pidió un incremento del 25%. El convenio metalúrgico vence a fin de mes e involucra a 250.000 trabajadores, publica el diario Clarín.
Los sindicalistas no aclararon si el 25% es de arranque o admiten subas escalonadas que, punta a punta, en un año sumen ese porcentaje. Los empresarios se limitaron a escuchar el pedido con la promesa de hacer alguna contraoferta el miércoles próximo.
Pero se fueron preocupados porque consideran que el margen de negociación es estrecho debido a que hay un repunte de la actividad con mayor o menor intensidad según los sectores, y sería contraproducente cualquier conflicto.
A su vez el Plenario de Secretarios Generales de la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA) — que agrupa a 80.000 trabajadores— reclamó "la inmediata convocatoria a las Cámaras Empresarias tendientes a iniciar negociaciones para establecer nuevas remuneraciones de la actividad".
El nuevo convenio de la alimentación debería regir a partir de mayo pero la FTIA reclama que se adelante dos meses y tenga vigencia a partir de marzo. El argumento es que la inflación licuó el poder de compra de los asalariados. "El punto de referencia de la negociación va a ser el costo de la canasta familiar que está en $ 3.800 mensuales", dicen en la FTIA.
En la lista de las paritarias siguen los bancarios, mercantiles, gastronómicos, Luz y Fuerza, en tanto las automotrices recién renuevan sus convenios después de junio.
Una vez que se cierren los principales convenios, el Gobierno convocaría al Consejo del Salario Mínimo. El año pasado se firmaron 1.231 convenios, de los cuales 396 fueron de actividad y 935 de empresas. La mayoría firmó aumentos escalonados, en muchos casos con aumentos no remunerativos. Este año este esquema podría repetirse pero con aumentos salariales superiores por la escalada inflacionaria.
Fuente: lapoliticaonline.com.ar
Los sindicalistas no aclararon si el 25% es de arranque o admiten subas escalonadas que, punta a punta, en un año sumen ese porcentaje. Los empresarios se limitaron a escuchar el pedido con la promesa de hacer alguna contraoferta el miércoles próximo.
Pero se fueron preocupados porque consideran que el margen de negociación es estrecho debido a que hay un repunte de la actividad con mayor o menor intensidad según los sectores, y sería contraproducente cualquier conflicto.
A su vez el Plenario de Secretarios Generales de la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA) — que agrupa a 80.000 trabajadores— reclamó "la inmediata convocatoria a las Cámaras Empresarias tendientes a iniciar negociaciones para establecer nuevas remuneraciones de la actividad".
El nuevo convenio de la alimentación debería regir a partir de mayo pero la FTIA reclama que se adelante dos meses y tenga vigencia a partir de marzo. El argumento es que la inflación licuó el poder de compra de los asalariados. "El punto de referencia de la negociación va a ser el costo de la canasta familiar que está en $ 3.800 mensuales", dicen en la FTIA.
En la lista de las paritarias siguen los bancarios, mercantiles, gastronómicos, Luz y Fuerza, en tanto las automotrices recién renuevan sus convenios después de junio.
Una vez que se cierren los principales convenios, el Gobierno convocaría al Consejo del Salario Mínimo. El año pasado se firmaron 1.231 convenios, de los cuales 396 fueron de actividad y 935 de empresas. La mayoría firmó aumentos escalonados, en muchos casos con aumentos no remunerativos. Este año este esquema podría repetirse pero con aumentos salariales superiores por la escalada inflacionaria.
Fuente: lapoliticaonline.com.ar
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