El pasado 24 de marzo, entre los testimonios escuchados en el marco del acto realizado en el Espacio de la Memoria, también estuvo el de Oscar Martínez, de la UOM Seccional Río Grande, quien entre los principales conceptos expresó:“Hoy a 34 años de aquel 24 de marzo del 76 en cientos de plazas de nuestro país se están desarrollando actos como este, y que importante que aquí en Río Grande, en esta Tierra del Fuego que nos ha visto crecer a muchos, llegar en la búsqueda de algunas alternativas de vida y laboral, hayamos podido construir de a poquito y con muchos esfuerzo este espacio, donde hoy nos encontramos para conmemorar, recordar y sobre todo para reivindicar la firme decisión, la clara convicción, la dureza de los principio de aquellos compañeros hombres y mujeres, que no tenían otra búsqueda en su tarea militante, que construir una sociedad más justa, más digna, con lugar para todos, sin excluidos, donde no hubiera chicos con hambre, donde no hubiera trabajadores desocupados, ni familias sin viviendas. Donde todos tuviéramos derecho a la salud, a la educación, donde hubiera garantías.
Porque era posible, estamos convencidos de que ese era el camino, no dudaron de arriesgar todo lo que tenían, hasta su propia vida. Entonces cuando recordamos a los compañeros, a los 30.000 desaparecidos, a los compañeros detenidos, torturados, a esas compañeras heroicas que en las condiciones más difíciles tuvieron la capacidad y la sensibilidad de la tarea más hermosa que pueda hacer una mujer, que es dar a luz, para parir hijos que vinieran quizás a continuar esa lucha.
Ese es el gran desafío que tenemos desde hace muchísimo tiempo, justamente reivindicar primero a los compañeros, reconocer y hacer escuchar en todos los sitios posibles que su lucha, no sólo fue justa, sino que fue la lucha que había que dar. La pelea en contra de los monopolios, en contra del autoritarismo, en contra de los militares, en contra de los empresarios, en contra de los economistas, en contra de la propia iglesia. En contra de todos aquellos sectores que como única alternativa para poder frenar el avance de los reclamos populares, tuvieron la cobarde decisión de enfrentarlos a través de las armas, a través de la dictadura, de esos nefastos personajes que llegaron a ocupar los espacios de poder desde los distintos sillones a partir del año 76.
Pero es necesario a partir de recordarlos, reivindicarlos, comprometernos cada vez más, en retomar esas banderas de los compañeros por tratar de construir una sociedad más justa, con un espacio para todos, donde no haya destruidos, chicos con hambre que se mueren de frío, familias sin viviendas. Pueblos sin derecho a la educación o a la salud. Tenemos que estar comprometidos hasta los huesos.
Por eso cualquiera que se digne de pararse hoy 24 de marzo a este recordatorio de los 34 años del golpe militar, no puede dejar de estar haciendo un ejercicio de memoria que lo lleve justamente a comprometerse cada vez más, con esa militancia de los compañeros.
Sin duda que tenemos muchos errores, y no podemos imaginarnos ni por las tapas en la piel de aquellos compañeros, pero si venimos hoy a recordarlos a reivindicarlos y a decir que tenemos en sus manos la enorme tarea de luchar por construir un país más justo y una sociedad más digna, tenemos que asumir ese compromiso, por los 30.000 compañeros desaparecidos”.
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