
Las mayores fricciones entre ambos sectores de la CTA se registraron luego de que la facción de Yasky intentara sumar al padrón electoral a trabajadores afiliados a la Unión Obrera Metalúrgtica (UOM), gremio que nunca perteneció a la central disidente, señalaron allegados a Micheli.
Luego de que Micheli lograra impugnar esa iniciativa, las negociaciones de la Mesa Nacional de la CTA siguieron adelante y finalmente lograron acordar todo lo relacionado a la logística de los comicios, especialmente los lugares de votación, indicaron las mismas fuentes.
En ese sentido se resolvió que los afiliados podrán sufragar en locales de la CTA, escuelas, dependencias públicas y sociedades de fomento. En cuanto a la inclusión de urnas volantes, impulsada por Yasky, acordaron implementarlas pero con el control de fiscales de ambos sectores.
En estos comicios se elegirán secretario general y adjunto de la central, además de un total de 16.400 cargos a nivel nacional, detallaron fuentes de la CTA. El cierre de listas será el próximo 5 de agosto y un total de 1.350.000 de afiliados a la central disidente estarán en condiciones de sufragar el 23 de septiembre, aunque se estima que cerca de un 35 o 40 por ciento de los empadronados se acercarán a los lugares de votación.
"La CTA es la única central del mundo que tiene elecciones directas, ya que las demás eligen sus candidatos mediante congresales", destacó en ese sentido un integrante de la Mesa Nacional.
En las últimas elecciones de la central, en 2006, ambos sectores presentaron una sola lista con Yasky a la cabeza, pero la unidad se rompió hace unos años debido a las fuertes disidencias sobre como ubicarse frente al Gobierno nacional.
Yasky representa al sector de la CTERA, más cercano al kirchnerismo, mientras que Micheli, quien responde al histórico líder Víctor De Gennaro, pertenece a ATE, el otro gremio mayoritario de la central, y mantiene un perfil marcadamente opositor.
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