El secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Hugo Yasky, y Pablo Micheli, quien busca desbancarlo al frente de la entidad, para fijar las condiciones de la elección prevista para el 23 de septiembre.
La Mesa Nacional de la CTA -compuesta por 20 dirigentes, entre ellos Yasky y Miceli- se reunirá este miércoles en la sede de la central, donde formalizará el llamado para la elección de autoridades, dos meses antes de su realización, tal como establece el estatuto de la entidad.
En esta oportunidad, los comicios se desarrollarán en medio de una fuerte interna en la central, donde Yasky buscará un nuevo mandato de cuatro años, mientras que el sector que encabeza el histórico líder de la central disidente, Víctor De Gennaro, llevará a Micheli como candidato a secretario general.
Durante la reunión, los dirigentes de ambos bandos acordarán la logística de la elección y buscarán especialmente un acuerdo para definir cuáles serán los lugares de votación (edificios públicos, escuelas, filiales de la central) para garantizar la transparencia del proceso.
También deberán ponerse de acuerdo sobre la propuesta del sector de Yasky de garantizar la existencia de urnas móviles, que sería aceptada por Micheli en caso de que se garantice la presencia de fiscales de los dos sectores para controlar sus traslados.
Las negociaciones se realizarán con el fantasma de la fractura de la central de fondo, aunque los representantes de ambos grupos coinciden en la necesidad de mantener el equilibrio para evitar una atomización que deblite a la CTA.
El cierre de listas será el próximo 5 de agosto y un total de 1.350.000 de afiliados a la central disidente estarán en condiciones de sufragar el 23 de septiembre, aunque se estima que cerca de un 35 o 40 por ciento se acercarán a los lugares de votación. Las disputas entre estos dos sectores se profundizaron hace unos años y radican principalmente en torno al posicionamiento que la CTA debe adoptar frente al Gobierno nacional, dado que Yasky realiza un apoyo crítico al oficialismo, mientras que De Gennaro es un férreo opositor.
En las elecciones de la central de 2006, Yasky se impuso con facilidad como cabeza de una lista de una unidad frente a una vinculada al Partido Obrero que logró solo el 3 por ciento de los votos, pero ahora las diferencias se acentuaron y Micheli buscará impedir la reelección del actual titular de la entidad.
En las próximas elecciones está previsto que también un sector de la CTA vinculado al PO y al MAS presente candidatos -bajo el lema "Ni Yasky, ni De Gennaro"- y de hecho ya pidió la reserva de un color para denominar a su lista, según pudo saberse.
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