OIT: la crisis podría dejar a 5 millones de personas sin trabajo en Latinoamérica

Los efectos negativos de la crisis económica internacional fueron efectivamente más graves que los esperados en un primer momento. Por tal motivo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revisó sus estimaciones de crecimiento económico y desempleo tanto a nivel global como a nivel regional. Para Latinoamérica y el Caribe, prevé una contracción del PBI regional de 1,5 por ciento y un aumento aún mayor de la tasa de desempleo hasta un nivel situado entre 8,1 y 9,2 por ciento.
A comienzos de este año, la OIT publicó un informe en el que afirmaba que la desocupación iba a aumentar en América Latina por primera vez en seis años, desde 7,4 por ciento hasta un nivel que iba a oscilar entre 7,9 y 8,3 por ciento. Pero en mayo difundió un estudio sobre las “Tendencias Globales del Empleo”, donde sostiene que la tasa de desempleo regional se va a ubicar entre 8,1 y 9,2 por ciento este año. De esta forma, la cantidad de nuevos desocupados en Latinoamérica oscilaría entre 1,9 y 5 millones de personas, cifras muy superiores a las 1,5 y 2,4 millones estimadas con anterioridad. A su vez, se estima que una buena porción de los nuevos desocupados buscará un refugio en la economía informal, en empleos de baja calificación y poco productivos, que proveen de bajos ingresos y no cumplen con algunas normas sobre Trabajo Decente.
En cuanto a las proyecciones de crecimiento económico, la OIT preveía en los primeros meses del año que el PBI de América Latina iba a continuar expandiéndose a un ritmo de 1,9 por ciento. Hoy, en cambio, estima que las economías de Argentina, Brasil, México y Venezuela entrarán en recesión este año, causando una contracción anual del PBI regional de 1,5 por ciento. Los países sudamericanos se verían sumamente afectados por la caída interanual de los precios de las commodities, mientras que las economías centroamericanas sufrirían en gran magnitud la recesión de los Estados Unidos.
Si bien reconoce los esfuerzos realizados por los gobiernos para impulsar la demanda agregada a través de políticas fiscales y monetarias expansivas, la OIT sostiene que se requiere una mayor intervención gubernamental.